Siempre estarán por delante, por encima de ti. No
saben lo que es la segunda posición, no lo han
aprendido. Nunca harán algo a sabiendas de que
no será el mejor, porque ellos son mejores. Su
orgullo pesa demasiado. Siempre basándose en la
satisfacción de la propia vanidad. La ley de la
arrogancia. El problema de toda esta necesidad de
poder viene cuando no queda sitio ni para un
poquito de humildad.
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